Despacio con tu toalla
Para seguir con los cuidados de la piel, presta atención a este consejo. A veces al salir de la ducha, en el intento de evitar sentir frío con el cuerpo mojado, nos apuramos a tomar la toalla y secar nuestro cuerpo frotándolo de manera casi frenética. ¡Grave error!
Como sabes, la piel es uno de los órganos más sensibles. Por más suave que sea tu toalla, si frotas con demasiada fuerza podrías rasparla y lastimarla de forma severa. Si estás apurado, lo mejor es que presiones firmemente (con cuidado) la toalla para absorber el agua con mayor rapidez.