Amamos las mascarillas faciales
Con el auge del skin care, las mascarillas faciales han ganado mucho protagonismo en la sociedad y no hay quien no las ame. Independientemente de la rutina, una cosa suele ser comúnmente aceptada: debemos aplicarlas con la cara limpia, recién lavada. Aunque esto parezca lógico, quizás no debería ser tan así.
Si bien es cierto que lo mejor es la piel limpia, luego de lavarnos la cara nuestra piel está extremadamente seca. Lo que sucederá si aplicamos una mascarilla en este momento es que, para combatir la sequedad, terminaremos absorbiendo rápidamente los productos y estos no aportarán nada extra.